¿Dónde van las palabras que ya no están?

No se han quedado en mi amado recuerdo

tarareando allí nuestras canciones

y luchando contra el ingrato olvido.

La memoria es maldición de los vivos,

que hace añorar a quien todo lo ha sido;

y así son las palabras, indelebles,

mas se van en bocanadas de aire

y en la espiración  de cada suspiro.

¿Dónde están las palabras que ya no están?

Si al dormir sigo escuchando su arrullo

y por la noche no las he perdido,

asomándose en ventanas del alma

donde lágrimas de todos los días

siguen escribiendo versos malditos

mientras pasan silenciosas las horas

que se van arrastrando babeantes

por el doble espejo oscuro del mundo.

¿Dónde van las palabras que ya no están?

Han dejado en mi memoria un reguero

de blanco dolor de su esperma amarga

y triste ausencia que va desgajando

el funesto ocaso de mis suspiros.

© J.E.C.L. 27-2-2009