PERFECTA AMBROSÍA

Eres la miel, la perfecta ambrosía

cauce de mil perfumes y colores

que con tu fuego son abrasadores,

y calma la pasión del ansia mía.

 

Te quise como rosa y no veía

que podía libar de tus amores

haciéndote perder ya tus candores.

Negándose a ello, tu alma se oponía.

 

Ya al mundo ves tras una celosía

y tu amor se eleva a Dios en plegaria

para ti siendo mi amor fruslería.

 

Para mí sigues siendo necesaria,

y ahora el verte así, es mi agonía

ya que, de mi amor, eres propietaria.

 

© J.E.C.L. 15-3-2007