CELOS

Si la razón hace caso al despecho,

porque por celos se está poseído,

se ofusca uno y queda tan confundido

que ni el corazón asume tal hecho.

 

Sucede por creerse con derecho

de obtener lo que a otros es concedido

y aunque jamás a él se le ha prometido

se considera humillado y deshecho.

 

Se aloja tal bestia en el pensamiento

que el interior deja tan arrasado

sin tener cabida más sentimiento

 

que de necio, se cree despreciado

y se convierte altivo y tan violento,

que nadie puede estar así a su lado.

 

© J.E.C.L.  29-4-2007