Dormir...tan sólo pensando en soñarte,

es como tener que sentir de nuevo

todo aquello que nunca se me olvida

y que sin embargo, jamás yo tuve;

es tener que perseguir los dragones

sonando el latir de sus corazones

como ofidios que reptan por mis sienes.

Despertar...envuelto en mágica aurora,

oliendo el rastro que nunca dejaste;

es como clamar al vacío cielo

lleno de estrellas pálidas de envidia

ocultándose tras tupidos velos;

es tener que volver atrás mis pasos,

borrar de mi mente toda una vida

que sin remedio, me ha ido a ti llevando.

Inexorable, nos aleja siempre.

Soñando me pregunto... ¿para siempre?

contradictorias, curiosas palabras;

despertando, pronuncio sólo una vez

y viviendo, voy olvidando tantas.

© J.E.C.L. 27-2-2009