He de decirte, vida mía

que, si tú me dejas algún día

yo quedaré vagando inconsolable

por todo un mundo raro de emociones.

Pero no me niegues amor

que todo es por culpa de tus celos,

por lo que siempre tendrás remordimientos

y tal vez un poco de dolor.

A pesar de la distancia que nos separe

aún quedándome la huella de tu adiós,

por un momento si pudiera imaginarte,

hasta mí llegaría como una limosna

la fragancia de las rosas en tu pelo.

Y porque no sé que será de ti,

ocultando tus lágrimas, miénteme

y dime que no es un capricho tu nuevo amor.

Si así es nuestra despedida

he de hacerte una propuesta.

Si Dios me quita la vida antes que a ti,

pues sólo así será cuando me pierdas,

oculta tu herida de amor al quedarte sola

para que nadie sepa mi sufrir.

© J.E.C.L.  6-9-2005