¿POR QUÉ ME HICISTE SOÑAR?

¿Por qué me tuviste que elegir

para compartir tu sueño?...

 

¡No me quedó más remedio que soñarlo contigo!

Lo viví como algo muy propio.

Algo que tan sólo era tuyo,

y que  tú hiciste que fuera mío.

¡Desde aquel momento, fue nuestro!

 

Navegamos por un  mundo

creado con el fundamento del amor

y de la mutua entrega.

Renunciando a nosotros mismos.

¡Al tú y al yo!

Sin esperar ninguna recompensa.

 

Y fue todo nuestro,

y alegremente lo gozamos.

¡Y fue nuestro!

Porque todo en él lo compartimos.

 

Y la corriente de todo nuestro amor,

se propagó por los caminos,

praderas, valles y montañas

de todo aquel ficticio mundo

sin sueños,

como el devastador fuego,

arrastrado por los  fuertes vientos

de nuestra gran pasión.

 

Y todo éste, nuestro sueño,

lo compartimos.

¡Y nos amamos!.

Como se ama una idea,

Como se necesita una ilusión.

¡Y por qué no!

Como se ama también una quimera.

 

Me hiciste ser protagonista,

y fuiste tú para mí, todo amor.

Y yo, que nunca antes había amado,

sin proponérmelo, en tu sueño.

¡En nuestro sueño!

¡Por mí, febrilmente fuiste amado!

 

¿Por que me tuviste que elegir

para compartir tu sueño?...

En él, ahora, tan sólo yo,

con mi hurtado sueño,

desesperado y solo, me he quedado…

 

 

 

© J.E.C.L.   18-4-2003