Si he de vestir tu imagen con olvido

teniéndose que nublar estos ojos,

los mismos que antes tanto te adoraron

al recorrer los senderos de tu piel,

fingiendo no sentir ardiente sabor

de tus fogosos labios peregrinos

negándole a los míos el aliento

de tu vehemente aliento inhalado,

dejaré de sentir que todo el mundo

ya no estará tan sumiso a nuestros pies,

tan sólo porque nos falta el nosotros.

No sé si podrás llegar a imaginar

cuanto tardé en despertar de mi sueño

y no sentir a mi lado tu cuerpo,

ni de como me arrastré por el fango

para poder borrar tu piel de mi piel.

¿Cómo llegar a pasar tal calvario?

¡Quedaron tantas cosas por celebrar!

Momentos irrepetibles, únicos

porque todo era especial por ti y por mi.

Pero todo ello, era por nosotros...;

y aquel nosotros, quedó quemado atrás.

© J.E.C.L. 27-2-2009