RITA HAYWORTH

Apreciada y admirada Margarita Cansino:

   Éste es tu nombre verdadero y con el cual apareciste en los títulos de crédito de tus primeras apariciones en la gran pantalla y por el que yo quiero recordarte, como acompañante de CHARLIE CHAN EN EGIPTO, o pilotando LA NAVE DE SATÁN como una indomable IRLANDESITA de temperamento heredado de tu madre consiguiendo con ello aquel AMOR DE GAUCHO para acabar siendo el CONTRABANDO HUMANO deseado por todos.

Llenaste el cielo cinematográfico con tu presencia ya QUE SÓLO LOS ÁNGELES TIENEN ALAS, y las tuyas se desplegaron para dar cobijo a todos cuantos en ti ponían su mirada.

    Fuiste la PELIRROJA perfecta que entregaba su amor con SANGRE Y ARENA a un torero, y DESDE AQUEL BESO que vi que entregabas tan efusivamente y que me emocionó profundamente, ya fuiste MI CHICA FAVORITA, y a pesar de que físicamente no lo hicimos, al demostrarme que BAILANDO NACE EL AMOR, muchas fueron las veces que soñé tenerte entre mis brazos danzando conmigo, como si fueras una de LAS MODELOS maravillosas que no me cansaría de volver a ver ESTA NOCHE Y TODAS LAS NOCHES, perdiéndome en todo un mundo de fantasía arrastrado por ti como si fueras LA DIOSA DE LA DANZA.

  Te uniste a uno de los genios del cine y quiso transformarte de tal manera a su capricho para que fueras únicamente para él como LA DAMA DE SHANGHAI perversa que, por un corto espacio de tiempo, me hiciste pensar que eras una perfecta desconocida. Pero tan sólo consiguió que cambiaras tu pelo. Cambió tu forma exterior, pero no logró cambiar a Margarita Cansino y su enorme poder de seducción. Es más, la agrandó demostrándolo después siendo LA DAMA DE TRINIDAD y con mayor esplendor LA BELLA DEL PACÍFICO.

   Lo que no me he llegado a explicar nunca es como Juan el Bautista pudo resistirse a los encantos de tu SALOMÉ, ni como permitiste que, como una GILDA cualquiera, recibieras la bofetada más famosa habida hasta la fecha. Pienso que pudo ser motivado por todo el FUEGO ESCONDIDO que llevabas y que te relegó a compartir aquellas MESAS SEPARADAS, consintiendo más tarde que te hicieran EL ÚLTIMO CHANTAJE para que aparecieras en EL FABULOSO MUNDO DEL CIRCO. Pero a pesar de todo, no caíste nunca en LA TRAMPA DEL DINERO y te fuiste con EL AVENTURERO en busca de todas LAS FLORES DEL DIABLO, siguiendo incansablemente LA RUTA DE SALINA, y, lo único y último que llegaste a conseguir, fue LA IRA DE DIOS.

    Mi querida Margarita Cansino. Inolvidable Rita Hayworth. Desde que nos dejaste, sigues y seguirás brillando en el firmamento cinematográfico como una de las más rutilantes estrellas.

   Siempre junto a mí.   El admirador anónimo.

 

© J.E.C.L. 20-12-2004

 

Fotogalería: RITA HAYWORTH