MARLON BRANDO

Mi admirado Marlon Brando:
      Mucho se ha escrito sobre ti. Muchos han sido los HOMBRES que, ya sea por envidia, o simplemente porque no soportaron o soportan que hubiera alguien mejor que ellos, han volcado sobre tu persona un sin fin de apelativos negativos, que nada tienen que ver contigo. El caso es que, tu presencia, marcó un estilo de interpretación que resaltó mucho más ante las cámaras, y te convertiste en el líder de toda una generación, por tu rebeldía y dureza, desbancando con ello al prototipo de galán romántico tradicional al que nos tenían acostumbrados hasta entonces.
Nos llegaste con fuerza inusitada montado en UN TRANVÍA LLAMADO DESEO, y te ganaste a pulso con ello nuestro aprecio y admiración que, poco después, nos hizo exclamar de satisfacción ¡VIVA ZAPATA! al dejarnos contemplar tan memorable interpretación. Te dejaste asesinar siendo todo un JULIO CESAR, para pasar a ser un Napoleón enamorado perdidamente de la bellísima DESIREÉ. No puedo negar que muchas veces en el transcurso de tu vida te has comportado como un SALVAJE, y muchos fueron los que te lo reprocharon, pero tú tomaste como norma LA LEY DEL SILENCIO pasando olímpicamente de cualquier comentario. Me hiciste esbozar una sonrisa, quizá de desaprobación, cuando perteneciste al grupo de ELLOS Y ELLAS y fuiste en busca de LA CASA DE TÉ DE LA LUNA DE AGOSTO. Por suerte para todos fue un acierto que dijeras SAYONARA y emprendieras otros caminos. Apareciste por EL BAILE DE LOS MALDITOS enfundado en tu traje de PIEL DE SERPIENTE y volviste a ser la admiración de todos al comprobar de nuevo EL ROSTRO IMPENETRABLE que poseías. Más tarde te embarcaste en una desafortunada aventura que zozobró por culpa de una REBELIÓN A BORDO, pero no por ello dejaste de ser SU EXCELENCIA EL AMBAJADOR como dueño y señor de aquella SIERRA PROHIBIDA por donde discurría toda LA JAURÍA HUMANA que tú tan magistralmente controlabas.
  Volviste a zozobrar en aquel viaje que hiciste con LA CONDESA DE HONG KONG, pero la verdad es que fue todo un reto para ti competir con tan alta estrella además de que, debo decirte que, la comedia, no era lo tuyo, algo que volviste a demostrar en aquellos REFLEJOS DE UN OJO DORADO que te llevó de lleno a ser EL PADRINO que todos hubiéramos deseado tener.
  Ya en tu madurez, te dedicaste a LOS ÚLTIMOS JUEGOS PROHIBIDOS y fuiste con todo tu descaro a bailar EL ÚLTIMO TANGO EN PARÍS volviendo a demostrar a todos que eras todo un SUPERMÁN que nos dejaba aquel sabor agridulce del buen hacer en su APOCALYPSE NOW perdiéndose después en las sombras con esporádicas apariciones en lugares que bien pocas veces te pertenecían.
De todas formas, desde que te has ido nos has dejado con la añoranza de tu presencia física, pero nos has dejado también un gran legado cinematográfico para nuestro disfrute. En nombre de todos los que te hemos seguido, te doy mis más expresivas gracias.
 
El admirador anónimo    6-9-2004
 
© J.E.C.L.

Fotogalería: MARLON BRANDO

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