JUDY GARLAND

Querida y admirada Judy:

 

   Al igual que hiciste tú en una ocasión con Clark Gable, te escribo esta carta con la esperanza de que de alguna forma llegue a tu poder, a pesar de que, hace ya tiempo, perteneces a ese firmamento de estrellas que para siempre iluminan nuestro camino.

Desde LA FIESTA DE SANTA BÁRBARA, en que por primera vez escuché tu nombre, JUDY, no he podido dejar de pensar en ti y en tus LOCURAS DE ESTUDIANTES, que te llevaron por el camino maravilloso del cine con MELODIAS DE BROADWAY, hasta llegar a aquel fantástico e irreal mundo de EL MAGO DE OZ, convirtiéndote, desde entonces, en uno más de LOS HIJOS DE LA FARÁNDULA, siguiendo demostrando continuamente todas tus ARMONÍAS DE JUVENTUD. Vivaracha e inquieta, te encontraste siendo una de LAS CHICAS DE ZIEGFELD aunque jamás dejaste de decir ENCUÉNTRAME EN EL SAN LUIS, tu lugar preferido.

Pero a partir de aquí, parecía como si EL RELOJ marcara las horas vertiginosamente queriéndote arrebatar lo mejor de ti, pero ni tan siquiera EL PIRATA fabuloso y dicharachero, fue capaz de conseguirlo. Fuiste subiendo y subiendo, y por fin, todos los grandes de Hollywood se dieron cuenta de que HA NACIDO UNA ESTRELLA. Una estrella que quisieron dejar postergada en su propio firmamento haciéndola comparsa de PEPE. No pudieron contigo y pensaste que ¿por qué tenían que haber VENCEDORES Y VENCIDOS? Y remontaste nuevamente el vuelo para llegar a ser uno de los ÁNGELES SIN PARAÍSO.

Tú, debiste encontrar tu propio Paraíso y a él te marchaste. Te echamos mucho de menos, pero yo, particularmente, quiero darte las gracias por el magnífico legado que nos has dejado y por la fecunda y extraordinaria semilla que plantaste con el nombre de Liza.

Por siempre junto a mí. Tu admirador anónimo. 19-4-2004

 

© J.E.C.L.

Fotogalería: JUDY GARLAND

1 | 2 | 3 >>

Tema: JUDY GARLAND

No se encontraron comentarios.

Nuevo comentario