Admirado Jerry:

   Nos has dejado. Con los sofocantes calores del estío, te has marchado, y por lo que de ti desde entonces se ha comentado, que es mucho menos de lo que te mereces, quiero hacerte llegar, allá donde estés, que me parece imperdonable que muchos se hayan olvidado de que fuiste el primero que con las impresionantes notas musicales de tu talento nos hiciste viajar hacia mundos fantásticos más allá de las estrellas, a bordo de un Enterprice que nos deleitó con el primer STAR TRECK de la historia.

Nos sorprendiste con tu PASIÓN SECRETA por el mundo alucinante de FREUD que cargaste de dodecafonismo en tus impresionantes notas. Después nos trasladaste épicamente con sabor americano mostrándonos un RÍO CONCHOS en todo su esplendor por donde dejó sus huellas aquel BANDOLERO que magistralmente supiste llevar hasta buen puerto. ¿Y qué se puede decir de tu experimentación con EL PLANETA DE LOS SIMIOS donde cada nota emanada de tu mente era una escena en sí misma?.

Más tarde nos entregaste verdaderas joyas musicales como el recorrido por CHINATOWN, que nos envolvió de tal manera que nos trasladó sin remedio a LA ISLA DEL ADIÓS, donde nos solazamos con EL VIENTO Y EL LEÓN.

No tuviste bastante y quisiste ofrecernos mucho más. Lo mejor de ti mismo, así que, inesperadamente hiciste LA PROFECÍA de que poco después nos llegaría como un PAPILLÓN cualquiera, todos aquellos, LOS NIÑOS DEL BRASIL, que nos dejaría a todos extasiados, volviéndonos a introducir en el espacio en busca de un ALIEN.

Si me tuviste ACORRALADO con la belleza de tu música haciéndome ver mucho más allá de la mente como si de un POLTERGEIST fuera, me sacaste inmediata y estupendamente de BAJO EL FUEGO, como si de una LEYENDA se tratara, con tu enorme CORAZÓN DE LEÓN.

Me mostraste paso a paso todos los entresijos de LA CASA RUSIA, y por fin, como si de un DESAFÍO TOTAL fuera, hiciste aflorar todo el INSTINTO BÁSICO que estaba escondido en LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL EDÉN.

Has sido en el transcurso de tu vida todo un PRIMER CABALLERO que ha sabido llevarnos por mundos de fantasías inimaginables. Es más, nos quedas para el recuerdo como el PATTON de las bandas sonoras, haciendo tu último viaje a través de las estrellas en tu querida Enterprice.

Para siempre con nosotros.

El admirador anónimo.  13-9-2004

© J.E.C.L.