ÉRASE UNA VEZ...

En un Rincón hay supuestos poetas muy científicos,
que rebuscando palabras son específicos
y en él conservar su postura orgánica,
como hábiles profesores de la botánica,
empleando verborreas diuréticas,
catárticas, narcóticas, eméticas,
febrífugas, estípticas, prolíficas,
cefálicas  y sudoríficas.

¡En ello son grandes prácticos y teóricos!
 

Dichos supuestos poetas, pedantísimos retóricos,
que suelen hablar  con estilo tan enfático
y que se creen ser el más estirado  de los catedráticos.
Yendo a la búsqueda de palabras salutíferas,
dijéronle a un neófito: "¡Qué ansias tan mortíferas!
Queremos por nuestras necesidades hidrópicas,
chupar las ideas de las musas filantrópicas".

 

Atónito el tal neófito con lo exótico
de todo aquel preámbulo palabreril estrambótico,
no llegó a entender la frase macarrónica
como si le hubieran hablado en lengua babilónica;
pero vio como los charlatanes ridículos
de palabras de varios libros llenaron sus ventrículos,
y les dijo: « En fin, señores hidrópicos,
entendí perfectamente lo que son las musas filantrópicas».

 

¡Pero no es nada bueno que otro poeta pedante, oyendo el diálogo,
aunque se fue sin entender nada del catálogo
de términos tan pomposos y magníficos,
hizo al momento de los supuestos poetas elogios honoríficos!
¡Sí; que hay quienes tienen la inspiración por mérito,
y el hablar liso y llano por demérito!.

 

Mas ya que esos amantes de hiperbólicas
cláusulas y metáforas diabólicas,
de retumbantes voces el depósito
apuran, aunque salga un despropósito,
caiga sobre su estilo problemático
este apólogo esdrújulo - enigmático.

 

Por más ridículo que sea el estilo retumbante, siempre habrá necios que le aplaudan, sólo por la razón de que se quedan sin entenderle.(T. de I.)

____________________________________________________

 

LA HUMILDAD ES EL PRINCIPIO DE LA GRANDEZA. ¡SEAMOS HUMILDES!

 

 

© J.E.C.L.