EL ODIO Y EL ALMA

Vieja y cansada alma mía

que las penas te maltratan

y a mi cuerpo lo fatigan

por no decir que lo matan.

 

Es al odio que aborreces,

el que ves cada mañana

cuando despuntando el día

aparece con sus llamas.

 

El odiar tú no lo quieres

y de su obra te burlabas.

Hoy son muchas más sus obras

que nos llegan sin palabras.

 

Al pensar le pone velos

y al amor tapa con mantas,

ya nadie ha de estar seguro

por culpa de sus desgracias.

 

Son las cosas que maldices

y no encuentras las que alabas,

por eso siempre las buscas

y al no encontrarlas te enfadas.

 

Todos los males contra ti

te producen esa carga

que quiere acabar contigo

con ataques y amenazas.

 

Has de encontrar tú el remedio

y dar el amor que guardas.

Todo aquel que tú retienes

y dejar de estar airada.

 

No te escondas en la choza

ubicada en tu montaña,

que las obras son más bellas

cuando alivian las desgracias.

 

El amor en ti está a punto

para empezar su mudanza

igual como a todo niño

que se le cortan las alas.

 

El odio te tiene celos

y teje telas de araña,

mas no halla motivo alguno

para destruir tu muralla.

 

Por eso siempre murmura

y por eso siempre engaña,

para que tú a nadie quieras

y él conseguir mucha fama.

 

No le tengas ningún miedo

ni hagas caso de amenazas

de todo odio que aborreces,

y dedícate a lo que amas.

 

© J.E.C.L.  9-12-2005