ANOCHE SENTÍ VERGÜENZA

Anoche sentí vergüenza.

¡Vergüenza sentí anoche!...

al  ver como con destreza

de vanidad hacían derroche.

 

Me es muy difícil creer

hasta donde pueden llegar

tantos, con su forma de correr,

con ánimo de progresar.

 

No tan sólo es uno el del uno.

Ni sólo dos los soeces y groseros.

Creo que son muchos más los rastreros,

que, del uno al diez, se pasan del diez al uno.

 

Aquí, es imposible de unos y otros averiguar,

si es verdad tal degeneración.

O es ficción para querer  destacar,

llamando de formas tan absurdas la atención.

 

Lo que sí es fácil comprobar,

es que existen ciertos grupos

que, entre ellos,

no se paran de alabar

sin motivo ni razón,

haciéndose halagos por “poesías”

¿o son resuellos?

que son un verdadero tostón.

 

Pero todo eso…

¿qué nos puede importar?

No por ello nos tenemos que corroer

y con palabras soeces despotricar,

ni tan sólo unos a esas cosas poner.

 

Es éste un rincón de poetas

¡Eso es evidente!

Seres de cultura, con sentimientos manifiestos.

No nos volvamos bastos y ordinarios inconscientes,

leyendo y contestando mal, a ciertos ancestros.

 

¡Basta ya!...

 ¡Acabemos con tal aberración!

Paguemos con la moneda más eficaz.

Con la que más les puede mortificar.

¡Indiferencia!

Simple  indiferencia, y ya está.

 

Unámonos todos de buena voluntad en este rincón

y esos ordinarios comentarios no leer jamas.

Que ésos, sus dedos morcillones,

las teclas se cansen de aporrear

y de tales lenguas viperinas

todas las palabras soeces gastar.

 

Los de indiscriminados unos,

para nada nos han de molestar.

Es mejor unos que ningunos,

que para ser tan sólo esos,

ellos han de estar.

 

En cuanto a narcisistas y vanidosos

¡Hay que ver que decepción!

Más vale que se queden ociosos

causando con ello, más emoción.

 

Y a todos,

a tan viles seres emplazarles

a que demuestren, si tienen, su valía,

escribiendo aquí, en este rincón, sus poesías.

Y así, entre todos,

ponerle los merecidos laureles

en sus enormes testas... vacías.

 

 

© J.E.C.L.   (14.02.2003)