AÑORANZA DEL DESPERTAR

¡Triste y frío despertar!
¡Cuánta soledad!
Con amargas lágrimas,
mi corazón empieza a caminar.

Siento tu presencia junto a mí,
sabiendo que no estás.
Por un instante....
¡Tan sólo un instante!
Me da su abrazo la felicidad.

Mas...., sin desearlo,
Aires de tormenta.
Nubes de cristal,
me sumergen nuevamente
en la cruda realidad.

¡Entre mis brazos, no amaneces ya!

Pero... ¿Cómo se puede olvidar?
¿Cómo olvidarme de tu tranquilo soñar?
Cómo no ver más
esa transformación natural,
que me hizo tenerte tal cual.
Sin más...¡Angelical!

¿Cómo olvidarse de tu dulce despertar?
Cómo no ver más
tu mano deslizarse,
hasta la mía encontrar.

¡Dime...! ¿Cómo se puede olvidar?

Tu nívea piel,
con su aterciopelada suavidad.
Con su aroma tan especial,
acercándose a mi cuerpo
sin dejar mis dedos de acariciar.

A altas horas de la noche,
contigo...,
con tu presencia.
Y...con tu ausencia,
empiezo a soñar.

Estado febril de mi cuerpo.
Anhelos de mi pensar,
por deseos del corazón.
¡Cuánta felicidad!

Mas...
¡Qué triste y frío es el despertar!

¡Entre mis brazos... No amaneces ya!



© J.E.C.L.